¿Hay vida extraterrestre?

El hecho de que la vida terrestre sea la única que se conoce de momento no implica necesariamente que sea la única posible. La hipótesis de que la vida sea un fenómeno normal en el cosmos y de que se puedan investigar, por tanto, su extensión y sus manifestaciones dio lugar a la astrobiología, la ciencia que estudia el origen y la evolución de la vida en el universo.


De hecho se dice que hay cuatro lugares donde podría haber vida extraterrestre:

1. Meteoritos

Una gran variedad de meteoritos han caído en la Tierra a lo largo de la historia y en muchos de ellos podría haber vida extraterrestre, porque fueron examinados y contenían compuestos orgánicos (compuestos que provienen de los seres vivos). En el año 1966, se descubrió un meteorito que habría llegado desde Marte, y que en él se había encontrado evidencia consistente de microfósiles.

2. Marte: 
Marte siempre ha sido un lugar muy importante para los buscadores de vida extraterrestre. Hoy sabemos muchas cosas sorprendentes sobre Marte y existe evidencia de que en el pasado, el planeta rojo tuvo una temperatura cálida y húmeda, ríos secos, capas de hielo, volcanes y minerales que se forman ante la presencia del agua. Se analizó el suelo de Marte con precisión y se detectó metano en su atmósfera, lo cual indica que es un planeta vivo. Todo se vuelve aún más interesante si tenemos en cuenta que las bacterias productoras de metano fueron una de las primeras formas de vida de la Tierra.

3. La nebulosa de Orión: 
La nebulosa de Orión, es una nebulosa difusa ubicada en la región sur del Cinturón de Orión. Situada a unos 1.500 años luz de distancia de la Tierra, se cree que esta nebulosa podría ser una majestuosa mina de oro para encontrar vida extraterrestre. Porque se demostró que la nebulosa posee claros signos de permitir la existencia de diversos compuestos y químicos orgánicos.

4. Gigantes rojas moribundas:

Un grupo internacional de astrónomos descubrieron que las gigantes rojas pueden funcionar como un desfibrilador para volver a poner en marcha un planeta y traerlo a la vida nuevamente. ¿Cómo? Porque la Tierra es un lugar tan especial para el desarrollo de la vida debido a su inmejorable ubicación en el caos del Universo. Estamos lo suficientemente cerca del Sol como para que nuestros océanos no se evaporen y también estamos lo suficientemente lejos como para no convertirnos en una gran bola de hielo. Sabemos que en el resto del universo hay numerosas lunas y planetas congelados y también sabemos que cuando las gigantes rojas mueren: explotan en una gran dispersión de fuego y calor. Ese calor puede derretir todo ese hielo y convertirlo en océanos que pueden albergar diversas formas de vida.